Cualquier persona puede adquirir un token no fungible e incluso puede convertirse en artista digital. Por qué no, también podría ser una coleccionista. De todo esto hablamos en esta nota.

El mundo digital evoluciona de forma constante y vertiginosa. En tal sentido, seguramente en los últimos meses has leído o escuchado hablar sobre los NFT. Estas tres letras juntas significan “token no fungible”. Dicho de otra forma, un token es un activo digital, y el hecho de que sea “no fungible” implica que se trata de una foto, un video, una canción o cualquier otra pieza digital, que es original. A modo de ejemplo, el primer tweet de la historia se vendió recientemente por 2,9 millones de dólares.

Ahora que está en claro que un NFT es un certificado digital de autenticidad, que se basa en la tecnología blockchain para asociarse a un único archivo digital, es posible imaginar que de la mano de esta tecnología hay un negocio millonario, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con criptoarte.

El criptoarte permite coleccionar obras de arte en formato digital. De esta manera, en lugar de tener cuadros colgados en el living de tu casa, los puedes llevar contigo en tu smartphone a través de un NFT que, certifica la autenticidad, exclusividad y propiedad de la obra.

Con los NFT, las obras de arte digitales se pueden vender como objetos únicos, ya que, a pesar de que su archivo se puede duplicar, es posible verificar su originalidad y propiedad gracias al blockchain. Por este motivo, se guarda la identidad del artista original, el propietario actual, el valor original o las transacciones a lo largo del tiempo, entre otros.

 

 
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